La Justicia española sentenció a penas de hasta 13 años de cárcel a los dirigentes catalanes que declararon la independencia de la autonomía en 2017.

El Tribunal Supremo de España condenó este lunes a penas de entre 9 y 13 años de prisión a los dirigentes que declararon la independencia de la Autonomía en 2017. Hasta el momento se registraron 53 heridos durante la jornada.

Tras el fallo los líderes separatistas llamaron al pueblo catalán a «preservar la dignidad» y «salir a la calle» para manifestarse con una «incondicional adhesión a los principios de la no violencia» en rechazo de las condenas, que consideraron injustas, informó el sitio La Vanguardia.

Una de las concentraciones -la orquestada por la organización Tsunami Democràtic- se produjo en el aeropuerto internacional El Prat de Barcelona, donde muchos manifestantes, en su mayoría jóvenes, se sentaron o pararon frente a un cordón de los Mossos d’Esquadra (la policía catalana) en la Terminal 1, por la que cada día pasan miles de pasajeros de todo el mundo.

Los manifestantes también ocuparon las vías del tren de Alta Velocidad (AVE) que une Barcelona con Figueras, y también el que une la capital catalana con Girona, y otras líneas de los ferrocarriles regionales.

A las 20 hora local (las 15 de Argentina), la Asamblea Nacional Catalana (ANC), cuyo líder Jordi Sánchez fue condenado a 9 años de cárcel, convocó concentraciones en todas las plazas de Cataluña en protesta contra una sentencia «injusta» que consideraron como una «vulneración flagrante de derechos».

Apenas se emitieron las condenas se formaron columnas de jóvenes que cortaron el tráfico en las principales arterias de Barcelona, a la altura de la zona universitaria, en la Avenida Diagonal, y otros puntos centrales como la Vía Augusta, Gran Vía y Vía Laietana, hasta llegar a la plaza Cataluña, en el centro de la ciudad, donde se reunieron unas 8.000 personas, según datos policiales.

Al menos 53 personas resultaron heridas en enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en el aeropuerto mientras que otras tres quedaron lesionadas en otros episodios alrededor de Barcelona.

Hay aproximadamente 10 personas que siguen internadas en centros médicos para ser atendidas. Además se registró un detenido en el aeropuerto por «atentado a la autoridad».

Penas por intento de sedición

La Justicia española entendió que los dirigentes no utilizaron la violencia para lograr la independencia de Cataluña, pero aún así cometieron el delito de sedición.

Además usaron fondos públicos para realizar un referéndum con apoyo de la ANC y Òmnium Cultural basados en un «derecho a decidir» que el pueblo catalán en realidad no posee.

La pena más pesada le tocó al vicepersidente de la Generalitat Oriol Junqueras, quien fue condenado a a 13 años de prisión y 13 de inhabilitación absoluta por el delito de sedición en concurso medial con un delito de malversación de fondos públicos agravado en razón de su cuantía.

También fueron condenados los ex funcionarios Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa a 12 años de cárcel y otros 12 de inhabilitación absoluta por los mismos cargos que Junqueras.

La expresidenta del Parlament Carme Forcadell fue condenada a 11 años y 6 meses de prisión e igual tiempo de inhabilitación absoluta por sedición y a los exfuncionarios Joaquim Forn y Josep Rull a las penas de 10 años y 6 meses de prisión y mismo período de de inhabilitación absoluta por el mismo delito.

El expresidente de la ANC Jordi Sánchez y el presidente de Òmnium Jordi Cuixart recibieron penas efectivas de 9 años de prisión y otros 9 de inhabilitación absoluta también por sedición.

Los exconsellers Santi Vila, Meritxell Borràs y Carles Mundó fueron condenados cada uno como autores de un delito de desobediencia y se les impuso penas de 10 meses de multa, con una cuota diaria de 200 euros, y un 1 año y 8 meses de inhabilitación especial.

El Tribunal Supremo absolvió a los acusados Joaquim Forn, Josep Rull, Santi Vila, Meritxell Borràs y Carles Mundó del delito de malversación.

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