Mantener una alimentación sana, realizar ejercicios regularmente y evitar el tabaquismo, posibilita prevenir hasta un tercio de los cánceres más comunes. En el Día Mundial de Lucha Contra el Cáncer, la cartera sanitaria recuerda medidas preventivas.

Cada 4 de febrero se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer. La fecha se instauró con la adopción de la Carta de París en el marco de la Cumbre Mundial Contra el Cáncer para el Nuevo Milenio del año 2000. La provincia, a través del Ministerio de Salud, se pliega a esta iniciativa recordando la importancia tanto de su prevención como de la detección temprana de casos para lograr el tratamiento exitoso de esta enfermedad que cada año se cobra la vida de 2.000l entrerrianos.

Desde el Servicio de Oncología del hospital San Martín de Paraná, Fernando Arenillas explicó: “Cuando nos referimos al cáncer en realidad hablamos de un conjunto de enfermedades: no se trata de una sola entidad sino que son más de cien, que comparten como característica común la reproducción descontrolada de células originadas en un órgano y que tienen la capacidad de producir daño”. De este modo pueden afectar tanto localmente a su órgano de origen como a los órganos vecinos; y también pueden producir implantes o colonias (denominadas metástasis) en otras partes del cuerpo, afectando lugares diferentes al punto primario.

El profesional destacó que, si bien pueden tener un mal pronóstico si no son tratadas adecuadamente o al ser tomadas en una etapa avanzada, actualmente el porcentaje de curación es muy alto: “Hay pacientes que se curan y de hecho el porcentaje es de la mitad o más”.

Quiénes están más expuestos

Arenillas informó que todos estamos expuestos a generar algún tipo de cáncer en algún momento de nuestra vida: “En términos de exposición, se puede decir que intervienen factores como el estilo de vida, costumbres, alimentación y ambiente, por lo que en general todos estamos expuestos en mayor o menor medida a producir algún tipo de cáncer”. Además, dado que los avances en la medicina han permitido una prolongación del promedio de vida, eso hace que también sea mayor el tiempo de exposición a los factores de riesgo y que todos tengamos mayores chances de desarrollar una enfermedad oncológica en el tiempo.

Prevención

El profesional definió varios niveles de prevención: La primera etapa (prevención primaria), referida a evitar la exposición a los factores de riesgo. Aquí entran en juego todas las cuestiones que tienen que ver con modos de vida saludable como mantener una buena alimentación, realizar ejercicio y no fumar y evadir la exposición excesiva al sol, ya que con estas acciones se contribuye a prevenir hasta un tercio de los cánceres más comunes. Incluso comprende la promoción de la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) y hepatitis para impedir tanto el cáncer cervicouterino como el de hígado.

La segunda etapa de prevención se refiere a la detección precoz, a la búsqueda de casos para llegar temprano al tumor y tener más chances de tratamiento. Se hace a través del control regular del paciente (controles que deberíamos hacernos todos regularmente para pesquisar tanto este tipo de cuestiones como también para descartar otras patologías como diabetes e hipertensión). También se realizan pesquisas a través de las campañas específicas que se lanzan a lo largo del año para combatir determinados tipos de cánceres.
El tercer nivel de prevención tiene intervención directa del profesional, que es quien orienta al paciente cuando tiene una fuerte sospecha o la certeza de que hay una enfermedad.

Tratamiento y perspectivas de recuperación

Acerca de los tratamientos, como ya se indicó, su éxito depende mucho de la etapa en que se encuentra y de las particularidades de cada tumor. Pero además en las últimas dos décadas se han dado importantes avances gracias a las determinaciones genéticas de los tumores: “Hasta hace unos 20 años al hablar de un tratamiento se hablaba de cáncer de pulmón o de próstata, cáncer de esto o lo otro; pero los tratamientos hoy en día generalmente no distinguen tanto subtipos de tumor como mecanismos de acción de drogas”, explicó Arenillas.

Así, mediante estudios genéticos se pueden identificar las características celulares de los tumores para aplicar tratamientos dirigidos a los mecanismos de acción de las drogas. “Una misma medicación puede servir para cuatro o cinco tumores si estos comparten el mismo mecanismo de producción de tumor o la misma dinámica molecular que ocasione fallas en los procesos de reparación”, indicó Arenillas.

De todos modos, la detección a tiempo es un factor crucial en todos los casos para mejorar las perspectivas de recuperación, sea cual sea el tratamiento indicado por el profesional. “En general la captación precoz es lo que marca las posibilidades de sobrevida y la curación del paciente”, manifestó el oncólogo, destacando que de hecho más de la mitad de los pacientes logran curarse.

Por lo tanto, mientras más cercano a su etapa inicial se identifique el tumor, se pueden disponer de mayores recursos médicos para hacerle frente, que según el caso podrán consistir en una intervención quirúrgica, tratamientos de radioterapia o quimioterapia preventiva.

Datos estadísticos

Según datos de la Organización Panamericana de la Salud, el cáncer es la segunda causa de muerte en la Región de las Américas, donde se estima que 2,8 millones de personas son diagnosticadas cada año y 1,3 millones de personas mueren por esta enfermedad anualmente.
En Entre Ríos, según datos de la Sala de Situación del Ministerio de Salud, se registran aproximadamente dos mil decesos anuales por cáncer, posicionándolo como la segunda causa de muerte detrás de las enfermedades del sistema circulatorio. Además constituye el 20 por ciento del total de las muertes anuales.

Asimismo, se indicó que en Entre Ríos se registran cuatro mil casos nuevos por año. La incidencia es dispar, teniendo la edad como principal variable, pero también con marcadas diferencias según el sexo: Entre los 30 y los 50 años la mayoría de casos apuntados corresponden a mujeres; a partir de los 50 años se equipara entre ambos sexos; y a partir de los 60 años se registran más casos en hombres.

En el caso de los varones, se registran más casos en la adultez, siendo los cánceres de próstata, colon y de pulmón los tres más frecuentes. En el caso de los hombres jóvenes (hasta 30 años) la mayor incidencia es por cáncer de testículos.

Por su parte la mayoría de los casos de cáncer registrados en mujeres en edad fértil (de 30 a 60 años) son por cáncer de cuello uterino; y a partir de los 50 años se registra un aumento en la incidencia del cáncer de mama; seguido por cáncer de colon.

Finalmente se indicó que son infrecuentes los casos de cáncer en pacientes pediátricos, pero que en esta franja etaria predominan los cánceres hematológicos y aquellos que afectan al sistema nervioso central.

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