El Parlamento británico toma la recta final hacia la meta del Brexit. A cinco días de la votación definitva, la primera ministra Theresa May inició este martes el debate sobre el acuerdo de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, tras varios meses de desencuentros en una cámara de los comunes que ya casi se toma a broma todo lo sucedido.

«Al comienzo de estos 5 días de debate que marcarán el rumbo de nuestro país en las próximas décadas, merece la pena tomarse un momento para preguntarse cómo llegamos hasta este punto», decía la primera ministra provocando la burla de la oposición.

Poco antes de que arrancara el debate, la cámara acusaba de desacato al Ejecutivo de May por no haber publicado todo el análisis legal sobre el pacto del Brexit alcanzado con Bruselas.

La moción, aprobada con 311 votos a favor y 293 en contra obliga al gobierno a rectificar, y este miércoles publicará en su totalidad un análisis que todos los diputados quieren leer antes de votar el próximo lunes.

 Con todo, lo que esto significa para Theresa May es lo siguiente: En estos momentos está al frente de un gobierno de minoría y en los próximos días podría tener lugar una moción de confianza contra su gobierno en la Cámara de los Comunes, teniendo en cuenta los gobiernos no suelen perder votaciones como estas, especialmente una tan crucial como la que está por venir. Y habrá que ver cuán reforzada sale la oposición si en efecto decide votar en contra del acuerdo del Brexit, lo que supondría el fin de Theresa May. Nos encontramos en terreno desconocido, y podría haber nuevas elecciones a la vuelta de la esquina.

Ante la opción más que factible de que el resultado del próximo día 11 sea ‘no’ el Parlamento ha querido este martes cubrirse las espaldas con la aprobación de una enmienda que permitirá llevar a cabo en enero una nueva votación sobre un presumible paln B. El día D es el 29 de marzo. Los plazos se agotan peligrosamente

 

%d