Los municipios presentaron los proyectos pero los fondos llegaron a algunos, y a cuentagotas.

El 15 de abril de 2016 el presidente Mauricio Macri llegó a la ciudad de La Paz, afectada en ese momento por la creciente en el norte entrerriano y por las copiosas lluvias. Unos días antes se habían difundido en todo el país las imágenes de decenas de autos flotando a la deriva, arrastrados hacia el arroyo Cabayú Cuatiá por el agua que se había acumulado a raíz de un chaparrón que en dos horas implicó una precipitación de 260 milímetros. Y las lluvias siguieron prácticamente todo el mes.


Macri llegó acompañado por los ministros de Interior, Rogelio Frigerio; de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y de Agroindustria, Ricardo Buryaile; además de autoridades provinciales y municipales. En esa oportunidad prometió a La Paz declarar como «zona de desastre» a raíz de los severos daños producidos por las lluvias. En ese momento había unas 7.000 personas afectadas en la ciudad, de un total de 15.000 damnificados en la región.


La declaración del «desastre» significaría el surgimiento de «mecanismos adicionales, líneas de créditos y subsidios», explicó Macri. Además, confirmó: «Al plan de infraestructura que estamos poniendo marcha que incluye rutas, energía, dragados y puertos, también tendremos que hacer obras de reconducción hídrica».


En ese momento Macri confirmó que se pondría en marcha, de manera inmediata un plan de viviendas para asistir a los afectados. Y efectivamente ese plan se anunció una semana después, el 22 de abril, con la presencia del Presidente, Frigerio, Buryaile y los gobernadores de las provincias afectadas: Domingo Peppo (Chaco), Ricardo Colombi (Corrientes), Miguel Lifschitz (Santa Fe) y Gustavo Bordet (Entre Ríos).


A Entre Ríos le correspondió un cupo de 1.817 viviendas, para 25 localidades. El Instituto Autárquico de Planeamiento y Vivienda (Iapv) intervino en la elaboración de los proyectos y los cedió a los municipios en noviembre de 2016. La mecánica decidida por la administración macrista previó que los fondos transfirieran directamente de la Nación a los municipios, y que las rendiciones fueran hechas por los municipios a la Nación.


«El Presidente está preocupado y ocupándose del tema», indicó en ese momento el ministro Frigerio. Y luego mencionó: «A la intensidad y duración de los fenómenos climáticos, se sumó la desidia y la falta de inversión» de los últimos años.


Sin embargo, en estos momentos, en que las inundaciones vuelven a ser noticia, se observa el pobre rendimiento de las acciones anunciadas como inminentes por Macri. Solo están terminadas 14 de las 1.817 viviendas anunciadas. A casi tres años de la puesta en marcha del plan, se construyó un porcentaje menor al 0,8%.


Es más, el relevamiento de las obras en ejecución muestra que se iniciaron las viviendas en ocho de las 25 localidades para las que se habían anunciado, es decir, en el 32% de las localidades donde se iba a trabajar de manera urgente. La cantidad de viviendas iniciadas fue 570 casas, lo que representa un 30,6% del total, con un avance de obra en general muy bajo. El envío de fondos comprometidos por el gobierno nacional se demora sin causa y desde la Nación esos atrasos se justifican con la excusa de solicitar documentación adicional a las rendiciones ya presentadas.


Es decir que, en tres años, solo se terminaron 14 viviendas, y aún no han sido entregadas a las familias afectadas. En 17 municipios todavía no comenzaron las obras comprometidas, esto significa que de 1.247 casas no se pegado ni siquiera un ladrillo.


En algunos casos se firmaron convenios Nación-Municipio, pero nunca se enviaron los fondos. En otros casos se generaron los proyectos, pero nunca fueron aprobados por la Nación.


En octubre de 2017 Macri volvió a La Paz en el marco de la campaña electoral, a apoyar a los candidatos de Cambiemos, y consultado por las viviendas, sostuvo: «Estamos a mitad de camino de lo prometimos tras las inundaciones».

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