Un nuevo caso complica al fiscal de la causa de los supuestos cuadernos del chofer Centeno. Los detalles de la trama oculta contra el abogado.

La red de espionaje ilegal que descubrió el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, suma cada vez más casos. A medida que avanza la investigación, surgen más pruebas que comprometen a los distintos imputados. En ese marco, un nuevo hecho complica al fiscal federal Carlos Stornelli, quien quedó involucrado en un intercambio con el agente Marcelo D’Alessio, en este caso, para coordinar “una operación” contra el abogado Maximiliano Rusconi.

Entre los representados de Rusconi figura el exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien se encuentra detenido. Entre las síntesis de las investigaciones que tenía D’Alessio en su computadora figuraba una carpeta bajo el título “De Vido, Baratta, Moyano, D’Elía”. Es decir, que para el falso abogado el exministro era un objetivo.

Rusconi fue aceptado como querellante en la causa que tramita en Dolores ya que aparecen distintos hechos que lo tienen por protagonista. 

En el marco de la cámara oculta que Stornelli pretendía que D’Alessio le hiciera al abogado José Ubeira surge la referencia al letrado que representa al ministro.

El 28 de diciembre, dos horas después de que D’Alessio le asegurase al titular de la fiscalía Nº 4 con asiento en Comodoro Py que se encargaría de la cámara oculta contra Ubeira -patrocinante de Oscar Thomas en la causa de las fotocopias de los cuadernos-, Stornelli le envía al extorsionador una noticia del diario Página 12 titulada «Jueces propios y vergüenza ajena», escrita por Rusconi.

La reacción de D’Alessio no demoró en llegar: «Todo el texto tiene correcciones de puño realizadas por la señora CFK». A lo que el fiscal le responde haciendo referencia a la operación que estaban planificando: «Sí Pero lo que tenrmos es una vacuna La sota mostró los pies (sic)».

La referencia a Rusconi se repitió más adelante, cuando Stornelli volvió a referirse a la nota de Página 12 que le había enviado al operador: «El que escribe tuvo y no se si tiene relación con algún servicio Locsl(sic) claro. El y dos o tres mas estan tratando de hacer porquerías», afirmó el fiscal.

D’Alessio añadió: «Lo conozco. Tenes relación con Alejandro Patricio? Él y después Pocino le bajaban letra para cortar boleto. Ahora averiguo si cobró como inorgánico. Ya averiguo por las mías. Son gente de mierda (sic)». A lo que Stornelli cerró: «Si».

Según el análisis preliminar que realizó la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) de los dispositivos móviles de D’Alessio se desprende un “elevado grado de confianza” entre Stornelli y el falso abogado, “lo que derivó en el planeamiento de la cámara oculta contra Ubeira” así como el encargo de “realizar tareas de seguimiento contra otros letrados”, algo que viola las leyes vigentes en materia de inteligenia.

De esta forma, el caso de Rusconi se suma a las seis imputaciones que Stornelli tiene en su contra en la causa que tramita en el juzgado federal Dolores y por las que debía haber respondido en la indagatoria que esquivó, el 7 de marzo pasado.

Es que además de los casos del mentado Ubeira, del empresario agropecuario Pedro Etchebest y del exdirectivo de PDVSA Gonzalo Brusa Dovat, al fiscal se le agregaron el intento de cámara oculta contra el abogado Javier Landaburu, la extorsión a Pablo Barreiro y “tareas de espionaje ilegal relacionadas con Jorge Christian Castanon”.

Este último caso expuso cómo Stornelli utilizaba los “servicios” de D’Alessio, a quien requería vía Whatsapp que le brindara información sobre la “presa”.

Stornelli le escribió al falso abogado el 11 de enero pasado que Castanon “decía que era piloto de la Marina”. “Ahora dice que trabaja en United”. “Siempre fue bagayero. Peruano. Nacionalizado. Reniega de su origen”, añadió. A lo que D’Alessio le respondió: “Yo me encargo”.

Tres días después de aquellos chats, Stornelli volvió a preguntar: “Averiguaste algo del peruano?”. D’Alessio le dijo que esperaba resolver el asunto.

En otro diálogo, el agente -quien no reportaría de forma orgánica a los servicios de inteligencia oficiales aunque se movía en constante contacto con ellos- le informó al fiscal que Castanon “trabaja actualmente en united express. Una low cost que es un desprendimiento de cabotaje de UA”.

Queda más que claro que ante cada solicitud del fiscal, el agente le respondía. Y se preocupaba por obtener el material que se le solicitaba.

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