Los fiscales suecos anuncian este lunes si deciden reabrir la acusación de violación del que es acusado Julian Assange, fundador de Wikileaks.

Además han anunciado que solicitarán una orden de extradición si el tribunal sueco encuentra motivos para detenerlo por rebeldía.

La petición de reapertura del caso llega a petición del abogado de la presunta víctima.

Assange ha siempre negado la acusación y ha conseguido evitar la extradición a Suecia durante siete años tras buscar asilo en la embajada de Ecuador en Londres hasta el pasado 2 de mayo, cuando fue detenido en el Reino Unido.

Entonces, la cabeza más visible de Wikileaks rechazó su entrega a Estados Unidos al defender ante un tribunal de Londres su apuesta por un periodismo «que ha protegido a muchas personas».

Assange, de 47 años, compareció ese día por videoconferencia ante la Corte de Magistrados de Westminster durante unos 10 minutos, en el arranque de su batalla legal contra la extradición a EE.UU., que le reclama por supuestamente haber conspirado para presuntamente interceptar ordenadores del Pentágono.

Lo hizo desde la prisión de alta seguridad de Belmarsh, un día después de que otro tribunal londinense, el de Southwark, le condenara a una pena de 50 semanas de cárcel por haber roto en 2012 las condiciones de su libertad condicional.

Ecuador da la espalda a Assange tras siete años de asilo

Assange infringió las condiciones de su libertad condicional cuando el 19 de junio de 2012 se refugió en la Embajada de Ecuador de Londres para no ser entregado a Suecia, un país que lo requería para interrogarlo por presuntos delitos sexuales, que él ha negado.

Después de agotar todos los recursos legales, solicitó ayuda al anterior Gobierno ecuatoriano de Rafael Correa y permaneció refugiado en su legación en Londres durante casi siete años.

El australiano siempre sostuvo que tenía miedo de que, si era llevado a Suecia, ese país terminara entregándolo a EE.UU., donde temía por su integridad física y por su vida.

El pasado 11 de abril, Assange fue detenido por la fuerza por la policía británica poco después de que el actual presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, pusiera fin al asilo diplomático.

Además, Moreno ha dado un paso más contra Assange. La Fiscalía General del Estado de Ecuador ha accedido a registrar la estancia en la que el ciberactivista pasó los últimos años y ha acordado entregar a Estados Unidos todos los documentos, dispositivos electrónicos y archivos que allí encuentre, según informa El País.

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