A fines de enero bajará la persiana la fábrica de la localidad bonaerense de Haedo, donde se desempeñan 70 personas. En la planta de General Rodríguez, donde sus 190 operarios han sufrido suspensiones, se teme un cierre en el mes de mayo.

La histórica empresa de maquinaria agrícola Deutz Agco cerrará su fábrica de motores ubicada en la localidad bonaerense de Haedo, mientras que hay incertidumbre sobre la planta de tractores de General Rodríguez. La determinación fue advertida por fuentes gremiales del Smata, que hablaron de un proceso que se realizaría en dos etapas. A fines de enero bajará la persiana la fábrica de Haedo (Morón), donde se desempeñan 70 personas. En la planta de General Rodríguez, donde sus 190 operarios han sufrido suspensiones, se teme un cierre en el mes de mayo. Por ahora la empresa desmintió la clausura de esta fábrica con un comunicado donde no hizo ninguna mención a la de Haedo.

Deutz, de origen alemán, tiene 134 años de historia en la Argentina: comenzó como empresa proveedora de energía y se especializó después en la producción de tractores y motores diesel. En 2012 empezó a operar en sus plantas en el país en alianza con la autopartista Carraro Argentina. En aquel momento, Carraro y Deutz anunciaron una inversión de 100 millones de pesos para aumentar la producción ante la demanda de maquinaria agrícola; sin embargo, a partir de 2016 comenzaron un proceso de achicamiento, con suspensiones y despidos.

La fábrica de Haedo, que contaba hace dos años con 350 operarios, tiene actualmente sólo 70. Según fuentes sindicales la central del grupo transferirá en los próximos días desde Colonia, Alemania, los fondos para el pago de las indemnizaciones.

Al circular la noticia sobre los dos cierres, AGCO Argentina SA negó «de forma terminante» la clausura de la planta en General Rodríguez, aunque sin mencionar la situación de la fábrica de Haedo.

«En relación a versiones publicadas sobre el supuesto cierre de su planta de General Rodríguez, AGCO Argentina SA niega las mismas en forma terminante y ratifica la continuidad de sus operaciones en la Argentina, en general, y en la mencionada planta industrial, en particular», señaló en el texto.

Sin embargo, el comunicado no alcanzó para despejar las dudas de los trabajadores de General Rodríguez, que se mantienen en estado de alerta. El municipio, pegado a la localidad de Moreno, no escapa a la difícil situación social que atraviesa el conurbano bonaerense, donde la pérdida de puestos de trabajo industriales parece no tocar fondo. La desocupación en los partidos del GBA llegó en el segundo trimestre de 2018 al 11 por ciento, según los datos del INDEC; casi un punto más que la tasa registrada en el mismo período de 2017 (de 10,3 por ciento).

La actividad, atada a la producción agrícola, hasta mediados del año pasado venía con niveles de venta récords pero a partir de julio de 2018 entró en un bajón. Los registros oficiales del Indec contabilizaron una caída del 53,9 por ciento en la venta de tractores entre agosto y octubre del año pasado en comparación con los números de venta del año anterior. Las empresas del sector atribuyen la caída a la sequía y a que los movimientos del dólar generaron una retracción en la inversión.

Por otra parte, Deutz está encarando un proceso para migrar hacia la producción de motores eléctricos. El punto fue remarcado en la comunicación empresaria, que aseguró que la compañía continuará invirtiendo y trabajando en nuevas soluciones para el campo argentino, «como la producción local de nuevos motores electrónicos más eficientes en el consumo de combustibles, que contribuirán a mejorar la productividad y la sustentabilidad del complejo agroindustrial». (Página 12)

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