Uno de los peritos de la defensa de Jorge Mangeri consideró que «las disidencias» entre las partes sobre cómo murió Angeles Rawson «no se disiparon» con la nueva junta médica que se reunió ayer durante más de nueve horas.

Así lo manifestó a la prensa el médico legista y psiquiatra Adolfo Méndez, quien se excusó de dar detalles sobre el dictamen de los expertos oficiales que será incorporado al expediente a cargo del juez de Instrucción porteño Javier Ríos.

«Las disidencias no se disiparon en el largo trabajo que hicimos», dijo Méndez en referencia a la labor que realizó la junta médica de la que formó parte.

En ese sentido, el especialista señaló que los peritos oficiales también «tuvieron diferencias» pero que éstas fueron «zanjadas» pero «no así las partes (por la defensa y la querella)», que mantuvieron sus posturas opuestas.

«Las disidencias no se disiparon en el largo trabajo que hicimos»
Adolfo Méndez, médico legista y psiquiatra

Ayer, peritos de parte y oficiales en tanatología, ginecología, traumatología, clínica médica, neumonología, anatomopatología y diagnóstico por imágenes se reunieron en el Cuerpo Médico Forense para responder a los 82 puntos planteados por el juez Ríos.

El magistrado les exigió precisar información sobre las lesiones vitales, post mortem y las que ocasionaron la muerte de Angeles para establecer si ésta fue golpeada por el asesino, si estaba inconsciente, si fue estrangulada, si padeció agonía o si fue víctima de un ataque sexual, entre otros elementos claves para la reconstrucción del hecho.

Según fuentes de la investigación, el juez Ríos notificará mañana a las partes sobre el dictamen de la nueva junta médica.

La primera reunión entre especialistas -que estuvo dirigida por el autopsiante Héctor Konopka, reemplazado para la nueva junta- había concluido a principios de este mes que Angeles murió en la compactadora de basura y que no fue víctima de abuso.

Sin embargo, en esa oportunidad, la querella presentó un informe en disidencia en el que sostuvieron que la chica murió antes de ser arrojada a la basura y que fue estrangulada por su asesino durante un ataque sexual consumado.

En tanto, el magistrado también enviará este lunes los 17 cuerpos del expediente a la Sala IV de la Cámara del Crimen cuyos integrantes pretenden realizar al día siguiente una inspección ocular en el edificio de Ravignani 2360 de Palermo.

Los camaristas Marcelo Lucini, Mario Filozof y Matías Pinto quieren acceder al inmueble donde residía tanto la víctima como el imputado Mangeri, antes de que el jueves lleven a cabo la audiencia en la que las partes tendrán la posibilidad de ampliar sus fundamentos respecto a si avalan o rechazan el procesamiento con prisión preventiva del acusado.

Angeles (16) desapareció el 10 de junio, en el barrio porteño de Palermo, cuando regresaba de una clase de educación física y al día siguiente su cadáver fue hallado en la planta de tratamiento de residuos de la Ceamse de la localidad bonaerense de José León Suárez, por lo que se estableció que la habían tirado a la basura.

Los investigadores creyeron en un principio que la chica pudo haber sido interceptada antes de regresar a su domicilio, pero las cámaras de un edificio ubicado a 20 metros de su casa determinaron que llegó al edificio donde vivía, en Ravignani 2360 a las 9.50.

La pesquisa se centró entonces en el núcleo familiar hasta que la madrugada del 15 de junio, Mangeri (45), encargado del edificio donde vivía Angeles, quedó preso tras incurrir en contradicciones y haberse autoincriminado cuando declaraba como testigo ante la fiscal María Paula Asaro.

La prueba principal contra Mangeri es el hallazgo de su ADN en muestras tomadas debajo de las uñas de tres dedos de la mano derecha víctima, lo que hace suponer que ésta lo arañó en un intento de defensa.

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