En el incidente, cuyas razones se desconocen, ha resultado herido en la mano el propio autor

Un hombre de 26 años ha detonado este jueves un artefacto explosivo en las inmediaciones de la embajada de Estados Unidos en Pekín, según informó la policía de la capital china y confirmó la legación diplomática. El sospechoso, de apellido Jiang y oriundo de la provincia de Mongolia Interior, hizo explotar un pequeño artefacto casero que le lastimó la mano. Nadie más resultó herido.

El suceso se produjo alrededor de las 13.00 horas (las siete de la mañana en el España peninsular) y dejó una intensa humareda blanca en la zona, donde también se encuentran otras embajadas, hoteles o escuelas internacionales. Una patrulla de policía que estaba cerca del lugar controló la situación y detuvo al sospechoso, que fue enviado a un hospital. Según explicó la policía en su cuenta en Weibo -una plataforma similar a Twitter-, el hombre prendió «un artefacto pirotécnico», si bien la legación estadounidense lo calificó de «bomba». Las fuerzas de seguridad han abierto una investigación al respecto.

Las circunstancias que rodean el incidente son aun confusas. El periódico chino Global Times explicó que, según varios testigos, unas horas antes de este incidente una mujer se roció con gasolina en ese mismo lugar con la intención de inmolarse. Ni la policía de Pekín ni la embajada estadounidense han confirmado estas informaciones.

Imagen de la humareda derivada de la explosion.
Imagen de la humareda derivada de la explosion. SOCIAL MEDIA REUTERS

La explosión tuvo lugar en la esquina sureste del complejo diplomático, cerca del centro de expedición de visados y donde normalmente se forman colas de ciudadanos chinos que esperan su turno para tramitar este documento. La policía acordonó la zona rápidamente, aunque alrededor de hora y media después del suceso la normalidad era absoluta: el tráfico ya se había reabierto y decenas de personas volvían a hacer cola. La presencia policial, sin embargo, era mayor de la habitual, con numerosos agentes de paisano que obstaculizaban el trabajo a los periodistas.

Teniendo en cuenta las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos en materia comercial, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Geng Shuang, trató de quitar hierro al suceso: «se trata de un caso individual de seguridad pública», señaló, informa Efe. Si bien las búsquedas en redes sociales sobre el incidente no están bloqueadas, los censores han eliminado decenas de comentarios que especulan sobre las razones del ataque.

En ocasiones se han producido en China ataques en zonas públicas por parte de personas que se sienten víctimas de abusos y que, tras años sin obtener una respuesta satisfactoria por parte de la Justicia del país, recurren a la violencia. En 2013, un hombre que había quedado paralítico por una paliza de las fuerzas de seguridad llevó a cabo una acción similar en el aeropuerto de Pekín en el que solamente él resultó herido. Otros episodios esporádicos de uso de la fuerza, algunos con graves consecuencias, han ocurrido por motivos tan diversos como disputas médicas, laborales o de propiedad.

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