La catamarqueña Inés Blas quiere irse con Cristina, pero buscan contenerla. La presión de Massa y Urtubey.

Miguel Pichetto está cerca de perder otra senadora en manos de Cristina Kirchner: la catamarqueña Inés Blas, que quiere seguir los pasos de la rionegrina Sivlina Larraburu, flamante incorporación del bloque de la ex presidenta.

Con su partida, Pichetto se quedó con 24 bancas, una menos que Cambiemos, que se convirtió así en la primera mayoría no peronista del Senado en décadas.

Blas ya hizo saber a sus pares que tiene ganas de irse con los K y obligó a Pichetto a un operativo de contención que empezó con un gesto: fue la primera oradora de su bloque en la visita e Marcos Peña.

Pichetto perdió a una senadora que se fue con Cristina y lo dejó sin el bloque mayoritario. La catamarqueña Inés Blas quiere seguir sus pasos. Por ahora la contienen.

Le achacó deudas por transporte de energía y Peña las negó, siempre en los buenos términos que acostumbra el Senado cuando asiste el jefe de Gabinete.

Su gobernadora, Lucía Corpacci, ya viene dando gestos para diferenciarse de la liga de gobernadores, como enviar dirigentes afines al acto de San Luis, organizado por el kirchnerismo.

Blas siempre fue cristinista. En los primeros dos años se movía con la decena de senadores cercanos a la ex presidenta, entre los que estaba Virginia García, cuñada de Máximo Kirchner.

Cuando Pichetto armó su bloque y le cerró la puerta a Cristina, Blas fue arrastrada como todos los senadores de provincias gobernadas por el peronismo.

Sólo un mes antes, había participado del encuentro de mujeres peronistas en Catamarca, con la asistencia de Corpacci y de kirchneristas como la intendente de La Matanza, Verónica Magario. Quiere estar más cerca de ellas.

%d