La matanza en el boliche de de Orlando se convirtió en el más grande ataque terrorista perpetrado tras el 11 de septiembre de 2001, cuando islamistas estrellaron contra el World Trade Center de Nueva York.

La muerte de al menos medio centenar de personas en un tiroteo en un boliche gay de Orlando protagonizado por un hombre que anunció su lealtad al Estado Islámico (EI) es la mayor matanza en Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El tiroteo protagonizado por Omar Mateen se convirtió en un atentado con el correr de las horas luego de que el FBI informara que que el atacante había jurado lealtad a la milicia extremista Estado Islámico (EI), un grupo que ya asumió la autoría de la matanza en un comunicado difundido por la agencia de noticias Amaq, vinculada a los yihadistas y reproducido por la página web especializada SITE.
Pocos minutos antes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, había calificado esta masacre como un «acto de terrorismo y odio», un ataque que se sumaría a la lista de atentados en territorio estadounidense.
En los últimos años, este país fue blanco de numerosos atentados protagonizados, principalmente, por elementos inspirados en la ideología islamista radical, por supremacistas blancos y militantes contra el aborto.
El mayor de estos ataques fue el 11 de septiembre de 2001, cuando varios milicianos islamistas secuestraron tres aviones y los estrellaron contra el World Trade Center de Nueva York, la sede del Pentágono en Washington y en Pensilvania, y mataron a cerca de 3.000 personas.

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