Si bien no es inválido, a muchos ahorristas argentinos les trae dolores de cabeza el dólar cara chica. Cómo hacer si se recibe uno de estos billetes

El ahorro en dólar billete es un clásico entre los ahorristas argentinos que se sienten más seguros con esta inversión que con otros instrumentos más sofisticados. Sin embargo, a más de uno de ellos les da un dolor de cabeza cuando reciben un dólar cara chica.
Se trata del billete de 100 dólares que tiene ya varias décadas en el mercado y que tiene el dibujo de la cara del procer norteamericano, Benjaming Franklin, en un tamaño menor al de los diseños más actuales. De allí que se lo llame coloquialmente «dólar cara chica».
Ese diseño es el menos preferido en las casas de cambio porteñas y por eso muchos ahorristas lo rechazan cuando un turista o los bancos le entregan uno.
Esto ocurre cuando el dólar oficial se comercializa en torno a los $116 y el solidario que actualmente se ubica por encima de los $191.
¿Por qué es importante el dólar cara chica?
Qué le pasa a los ahorristas cuando quieren cambiar su dólar cara chica en casas de cambio
No son pocos los ahorristas que se preguntan cuál es la diferencia entre el billete de 100 dólares de «cara grande» y el cara chica. Vamos a tratar de despejarte todas las dudas para que sepas qué billetes siguen siendo válidos y cuáles son las particularidades de cada diseño.
En efecto, los bancos ya sufren un problema que hasta hace poco estaba reservado al mercado blue.
Dólar cara chica: qué billetes siguen siendo válidos
En el mercado cambiario informal que funciona en la City porteña existe desde hace años una diferenciación entre distintas emisiones del billete de la divisa.
En particular, las financieras y sus clientes tienden a preferir operar con los modelos más modernos del billete de dólar y dejar de lado a los antiguos. Es aquí donde comienza la resistencia por el cara chica, que tiene ya varios años en el mercado y por eso es considerado menos seguro.Dólar cara chica: qué billetes siguen siendo válidos
En la jerga, los papeles discriminados como dólar cara chica son los que se imprimieron en los Estados Unidos hasta el año 1996, un diseño en el que la efigie de Benjamin Franklin del billete de 100 aparece dentro de un marco ovalado y que, en términos de dimensiones, es más pequeño en comparación con las versiones impresas más tarde.
Los ahorristas que se acercan a las «cuevas» del microcentro porteño y el resto del país a vender dólar cara chica se encuentran con que les ofrecen hasta $5 menos de tipo de cambio, sólo porque esos billetes son «difíciles de mover».
Y aquí estamos ante el principal inconveniente del cara chica, que mantiene en vilo a muchos argentinos que tenían guardados estos billetes debajo del colchón o en una caja fuerte.