
Antes de convertirse en Presidente de la Nación, el libertario se refirió a Jorge Bergoglio como «el imbécil ese que está en Roma», dadas sus diferencias ideológicas.

Las diferencias ideológicas entre el papa Francisco y Javier Milei siempre fueron claras: mientras el ahora fallecido líder católico defendía la importancia de la justicia social, el Presidente de los argentinos lo consideraba una aberración vinculada al comunismo.
Pese a que lograron recomponer su relación, el primer mandatario se había referido de manera muy hostil a la por entonces máxima autoridad de la Iglesia Católica, cuando aún no era jefe de Estado: «Este país tiene tantos años de justicia social… ¿qué es la justicia social? Es la envidia, el odio, el resentimiento. A ver, originalmente, la envidia era un pecado capital. Habría que informarle al imbécil ese que está en Roma que defiende la justicia social, que sepa que es un robo y que eso va contra los mandamientos», señalaba enérgico Milei, en una entrevista con Viviana Canosa.
Sorprendida por sus dichos, la conductora interrumpe: «No puedo dejar de preguntarte si no es mucho lo del Papa…«. Vehemente, Milei responde: «No. El Papa… sí, lo voy a decir de frente: es el representante del maligno en la Tierra. ¿Vos sabías que el Papa impulsa el comunismo?».
Por supuesto, este video recorrió el mundo y tensó las relaciones entre la Argentina y el Vaticano. Sin embargo, una vez proclamado Presidente de la Nación, el libertario viajó a la Santa Sede, se reunió con Francisco y se mostró muy animado junto a quien había criticado ferozmente.
Javier Milei y el papa Francisco, una relación que fue de menor a mayor
Tras los agravíos del Presidente argentino, la relación finalmente se recompuso y el 12 de febrero de 2024 Francisco recibió a Javier Milei en el Vaticano.
Qué decía el papa Francisco sobre la justicial social
En numerosas oportunidades, Francisco se mostró como un defensor de los más humildes y recalcó la importancia de darle a aquellos que menos tienen, tal como se muestra en este video que recorre las redes sociales. Ante un gran número de personas -muchos de ellos, jóvenes-, el por entonces Sumo Pontífice indicaba: «Los frutos del desarrollo económico no se distribuyen bien. Esta es una realidad evidente que, si no se modifica, va a engendrar peligros cada vez mayores», comenzaba diciendo.
«Si no hay buenas políticas, políticas racionales y equitativas que afiancen la justicia social para que todos tengan tierra, techo y trabajo, para que todos tengan un salario justo y los derechos sociales adecuados… Si no hay esto, la lógica del descarte material y el descarte humano se va a extender, dejando a su paso violencia y desolación», afirmaba.
Y agregaba: «O es la armonía de la justicia social o es la violencia después de la desolación».
«Lamentablemente, muchas veces son, precisamente, los más ricos los que se oponen a la realización de la justicia social o a la ecología integral, por pura avaricia. Disfrazan así esta avaricia con ideología, pero es la vieja y conocida avaricia, entonces presionan a los gobiernos, para que sostengan más políticas que los favorecen económicamente«, argumentaba.
«Mi abuela nos repetía siempre: ‘estén atentos, que el Diablo entra por los bolsillos», concluyó su exposición en aquel momento.