A dos años de Cambiemos en el poder, el país elegirá legisladores nacionales este 2017. Los comicios en la provincia y la discusión por la unidad entre oficialismo y oposición. Cuánto arriesga cada bloque, en la antesala a las presidenciales.

2017 es un año atravesado por las elecciones de medio término, que se realizarán el próximo 13 de agosto y 22 de octubre. En los comicios legislativos la ciudadanía elegirá 127 diputados nacionales, que representa casi la mitad de la conformación de la Cámara baja, y designará representantes de ocho provincias en el Senado. El resultado final será una evaluación de los primeros veinte meses del Gobierno nacional: Un triunfo marcará una reafirmación de las políticas ejecutadas en los primeros dos años de gestión, mientras que una derrota será un freno democrático a la gestión de Cambiemos. En ese contexto Entre Ríos también elige diputados nacionales, donde Bordet intentará mantener su liderazgo provincial, aunque aún faltan definiciones sobre la lista de unidad oficial y las características de su composición.

La provincia renueva cinco legisladores: Jorge D’ Agostino de la Unión Cívica Radical (Cambiemos); Cristina Cremer de Busti de Unión por Entre Ríos (Frente Renovador); y Carolina Gaillard, Jorge Barreto y Lautaro Gervasoni, los tres del Frente Para la Victoria. El peronismo intentará retener las bancas que pone en juego, mientras que la alianza gobernante a nivel nacional quiere acrecentar las filas del interbloque. El reducido Frente Renovador en Entre Ríos deberá determinar si juega como tercera alternativa o disputa las PASO en acuerdo con el PJ. El Socialismo y el MST también definen sus propuestas, en un proceso electoral que marcará el camino hacia las presidenciales de 2019 y modificará el tablero entrerriano.

Frente Para la Victoria

El peronismo en Entre Ríos debate la conformación de la unidad, en un contexto donde el PJ tradicional, el kirchnerismo, los que tienen responsabilidades gubernamentales y los sectores que se fueron del partido en los años anteriores, se reorganizan en todo el país como primera alternativa opositora. Las fotos de Bordet, y también sus gestos, parecieran ir en la búsqueda de una gran interna que contenga a todos los espacios, diversos e incluso a veces contradictorios. El desafío es mantener las bancas para asegurar una trinchera en la provincia, que aporte hacia la construcción de una alternativa hacia 2019.

El Gobernador de Entre Ríos manifestó su compromiso para habilitar internas que permitan dirimir las diferencias y contribuir hacia la unidad de las elecciones generales. Los encuentros con Busti y sus últimas declaraciones sobre el kirchnerismo ratifican esa iniciativa. El referente del Frente Entrerriano Federal, por su parte, no renuncia a la identidad partidaria que conduce Sergio Massa a nivel nacional, aunque presiona para que Bordet permita una interna donde cada construcción política mantenga su afinidad y correspondencia ideológica.

El kirchnerismo discute actualmente entre la incorporación de Busti en el mismo espacio, la obtención de uno de los lugares expectantes de la ansiada lista de unidad, o la construcción de un “Frente Nacional y Popular”, que tuvo su última exposición en la visita de Daniel Filmus a la capital provincial, que contenga a los distintos sectores alineados a la conducción de Cristina Fernández. Este último también convoca a otros partidos cercanos en los últimos años como el Partido Comunista, Nuevo Encuentro y el Partido Comunista Congreso Extraordinario. La dirección de la tercera alternativa tuvo una relación de continuidades y rupturas con el Gobernador, aunque no confunde el enemigo electoral: el Gobierno de Macri. En los planes de Bordet aportaría la primera posibilidad que discute el kirchnerismo, consolidando un gran frente electoral que abarque todas las expresiones posicionadas con clara postura opositora al Ejecutivo nacional.

Uruguay, caracterizado por su histórico aporte al triunfo justicialista, Gualeguaychú, tierra difícil por poseer candidatos de las tres propuestas más competitivas para los comicios, Concordia, bastión significativo de los últimos veinte años para el peronismo, y Paraná, lugar donde se debe revertir los resultados de 2015, disputan su lugar en una lista, que si no tiene internas, tendrá la voz de Bordet como última decisión sobre la estrategia electoral.

El intendente de Concepción Lauritto, el diputado provincial Bahillo, el presidente municipal de Gualeguaychú Piaggio, el ex intendente de Concordia Carlos “Calucho” Cresto, la funcionaria provincial Mayda Cresto, el ex presidente de la CARU Hernán Orduna, la ministra Laura Stratta, el secretario de la Juventud Nicolas Mathieu, el ex gobernador Jorge Busti, el diputado provincial Gustavo Guzmán, el titular del EPRE José Halle, el ex vice intendente de Paraná Gastón Grand y la ex intendenta Blanca Osuna, son algunos de los nombres que fueron apareciendo en la escena pública, en la oficina del Gobernador o en las operaciones de microclima, siempre acrecentadas cuánto más cerca se encuentra de los comicios. Los posibles candidatos representan distintas fracciones territoriales del peronismo, todas bajo la lapicera del mandatario entrerriano.

También aparecieron otros grupos, con incierto futuro electoral, sumados al tablero del peronismo: por un lado las primeras figuras del PJ de los años 90, como Héctor Maya, Augusto Alasino, Hugo Berthet, Domingo Daniel Rossi y Aníbal Vergara; por el otro una convocatoria representada por distintos ex candidatos a intendentes, la mayoría en competencia durante el 2015 con la boleta corta, como Eduardo Jourdán de Colón, Rubén Virué de Larroque, Ariel Weiss de Colonia Avellaneda, Rubén Almará y Gastón Grand de Paraná, entre otros.

La discusión de fondo es quien sintetiza esa ansiada unidad: si Bordet con su decisión, como lo hizo Urribarri en los años anteriores; si lo conduce el peronismo por encima del kirchnerismo; si la referencia de Cristina Fernández a nivel nacional se impone en esa conformación electoral; o si peronismo y kirchnerismo sólo son distintas denominaciones de un mismo proceso histórico. Quedan algunos meses para desandar los debates internos que serán estructurales hacia la estrategia electoral de 2019.

Está claro que con el kichnerismo sólo no alcanza para ganar las elecciones, pero sin el kirchnerismo menos. La definición de la candidatura de la ex Presidenta en provincia de Buenos Aires será fundamental en la estrategia electoral del peronismo. También del macrismo.

Cambiemos

En 2015 De Ángeli marcó un piso histórico en el desarrollo del PRO en Entre Ríos, ayudado por la estructura territorial de la Unión Cívica Radical, quien cedió, luego de muchos años, encabezar la lista con un candidato propio. El Gobierno nacional busca acrecentar en distintos puntos del país su bloque en el Congreso nacional para avanzar en legislaciones claves para la administración de Cambiemos.

Rogelio Frigerio, el ministro del Interior, Obras Públicas y Viviendas de la Nación, es una pieza significativa en la estrategia electoral, y particularmente en Entre Ríos, donde tiene domicilio, y se lo ha referenciado como un posible candidato a gobernador en el futuro. La Unión Cívica Radical, que busca ganar el terreno cedido para el triunfo de Mauricio Macri, definió en su Congreso provincial exigir en la Mesa Cambiemos el primer y tercer lugar en la lista de candidatos.

Orrico, por el PRO, oriundo de Concepción del Uruguay, ya lanzado en su campaña, Gustavo Hein, intendente de Basavilbaso, único jefe comunal puro del PRO; Josefina Etienot, viceintendenta de Paraná; Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural; los gualeguaychuenses Luis Leissa y Emilio Martinez Garbino, y el propio Frigerio, aparecen como las posibles apuestas del partido creado por el Presidente de la Nación. Por el lado de la UCR, Jorge D’ Agostino ya se anotó para repetir su mandato, la única banca que se renueva del radicalismo. El intendente de Chajarí Pedro Galimberti, el ex legislador nacional Atilio Benedetti, el dirigente radical Sergio Solari, el funcionario nacional Fabián Rogel, son algunos de los otros nombres que suenan sobre la mesa.

La unidad, aunque menos compleja que en el peronismo por ser gobierno a nivel nacional, también tiene sus particularidades. La alianza gobernante sólo es formal, ya que en lo cotidiano las decisiones pasan por el PRO. La coalición cívica, representada en su líder Elisa Carrió, se ha convertido en una coraza moral para el Gobierno, y la UCR en la estructura territorial con poco peso en la mesa chica de decisiones. Esta situación ha traído los reclamos del partido centenario que quiere tener un peso relevante en las definiciones, para sostener la construcción que viene desarrollando hace décadas.

En Entre Ríos, la alianza Cambiemos logró ocho senadores, una buena representación en diputados y la llegada a distintos municipios, algunos incluso referenciados como trinchera peronista histórica, modificando la relación de fuerzas en la provincia. Aunque la UCR tiene la estructura, siempre necesaria, para sostener el proceso electoral, la pluma de Frigerio, y la estrategia electoral de Macri, marcarán seguramente el rumbo de esa unidad que también necesita la propuesta gobernante a nivel nacional.

Frente Renovador

La situación del partido que encabeza Sergio Massa a nivel nacional es más compleja, ya que el espacio pone en juego la elección de 2013 donde ganó la provincia de Buenos Aires. En Entre Ríos, el panorama se agudiza si se considera que, respecto a la propuesta electoral de 2015, Adrián Fuertes dejó las filas del espacio para incorporarse al Frente Para la Victoria, mientras que Jorge Busti negocia la posibilidad de jugar una gran interna con el PJ. A eso sumarle la indefinición del grupo que encabeza Leissa y Garbino sobre que estrategia determinarán: si acrecentar las filas de Cambiemos o mantener el acuerdo que incluye al actual diputado provincial Alejandro Bahler.

Con ese escenario en la provincia, el massismo busca nuevas referencias que mantengan el piso del 15%, consolidando la posibilidad de retener una banca en el Congreso nacional. Felipe Martínez Garbino, referente de la juventud renovadora, es uno de los nombres que aparecen para disputar el desafío que tiene el partido del tigrense.

El socialismo y el MST

La situación de la alternativa Progresistas a nivel nacional sufre definiciones sobre su existencia, profundizadas por la ruptura del socialismo y parte del radicalismo en Santa Fe, por la posibilidad de Stolbizer de construir una alianza electoral con Massa y el Frente Renovador, y por el posicionamiento dudoso sobre el Gobierno nacional.

En Entre Ríos el escenario es más desolador, si se considera que el GEN forma parte de Cambiemos, y que ese espacio sólo es levantado por el Partido Socialistas.

Por el lado del Movimiento Socialista de los Trabajadores, la figura de Luis Meiners, ex candidato a Gobernador en 2015, aparece como la propuesta mejor posicionada en la provincia. La alternativa electoral desde la nueva izquierda casi no tiene dudas, y se ratifica en el desarrollo que el Frente de Izquierda ha logrado a nivel nacional.

Faltan muchas definiciones en el tablero entrerriano. La palabra unidad, con distinto contenido, estrategia y modalidad, aparece en todas las propuestas electorales, con mayor variedad en Cambiemos y el Frente Para la Victoria, quienes discuten la rigurosidad de los acuerdos hacia las ofertas para los comicios de medio término. El contexto nacional, las políticas de la alianza gobernante, la reorganización del peronismo, la posibilidad de Cristina Fernández de ser candidata, la primera elección del macrismo en el Gobierno, la medición real de la ancha avenida del Frente Renovaddor y la consolidación de alternativas hacia 2019, caracterizan el desarrollo de los próximos meses en la composición de las iniciativas legislativas. La constitución de las listas, esa es la cuestión.

El tablero nacional: ¿Qué se arriesga en estas elecciones?

En las elecciones de este año se escogerán 127 legisladores de la Cámara Baja: 41 de esas bancas corresponden al Interbloque de Cambiemos, aunque es la Unión Cívica Radical quien más arriesga ya que la Coalición Cívica renueva dos escaños mientras que Propuesta Repulicana (PRO) pone en juego catorce. Por su parte, el Interbloque Federal Unidos por una Nueva Argentina, encabezada por el Frente Renovador, debe validar la buena elección realizada en 2013, apostando 20 legisladores. El Frente Para la Victoria también se medirá disputando 32 de sus diputados nacionales en su primer escrutinio fuera del Poder Ejecutivo. El Frente Amplio Progresista renovará siete de sus ocho bancas.

Cambiemos: Primera elección en el Gobierno nacional

La alianza gobernante tendrá su primera prueba, a dos años de su llegada a la administración nacional, de la mano de Mauricio Macri. El interbloque cuenta actualmente con 87 legisladores nacionales, de los cuales 42 corresponden al PRO, igual suma que los pertenecientes a la Unión Cívica Radical. Los tres restantes son de la Coalición Cívica, espacio liderado por Elisa Carrió.

De las 41 bancas que arriesga el bloque oficialista, la Unión Cívica Radical renueva 25. Desde la alianza gobernante se encuentran esperanzados en engrosar su trinchera legislativa, mejorando el escrutinio de 2013 cuando no gobernaban la provincia de Buenos Aires ni ocupaban el Poder Ejecutivo nacional.

Frente Renovador: Entre la consolidación y la desaparición

El interbloque Federal Unidos por una Nueva Argentina, compuesto por la fuerza que lidera Sergio Massa, por el espacio que encabeza el cordobés Juan Manuel De la Sota, el Movimiento Popular Neuquino, y el sector que responde al chubutense Mario Das Neves, cuenta actualmente con 37 legisladores nacionales, de los cuales pondrá en juego 20.

El Frente Renovador tiene la dura apuesta de igualar o mejorar la elección de 2013, cuando logró ser la primera minoría de la provincia de Buenos Aires, venciendo la lista del Frente Para la Victoria, encabezada por el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. La fuerza que preside el tigrense renovará 10 de sus 23 bancas, en la carrera hacia la consolidación de una alternativa opositora para las presidenciales de 2019.

Frente Para la Victoria: reorganización hacia 2019

La primera minoría opositora de la Cámara Baja disputará su primera elección legislativa fuera del Poder Ejecutivo nacional. Compuesto por 72 diputados, el peronismo pondrá en juego 32 escaños del Congreso.

La disputa electoral permitirá definir posicionamientos de las distintas expresiones que componen el Partido Justicialista, y otras fuerzas partidarias aliadas, hacia 2019. En el rompecabezas de internas y definiciones de listas y nombres, habrá que esperar que realizará la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la líder opositora que más mide.

El Frente Amplio Progresista: Resistiendo la agonía final

El espacio que integra el Partido Socialista, Generación para un Encuentro Nacional (GEN), Libres del Sur, y otras fuerzas minoritarias, se encuentra frente a una parada difícil. Actualmente cuenta con ocho legisladores nacionales, de los cuales siete terminan su desempeño legislativo en 2017. En Santa Fe el intendente de la ciudad cabecera, y presidente de la UCR a nivel nacional, José Corral, aparece como posible candidato de Cambiemos. Eso, sumado a la incertidumbre sobre los movimiento de Margarita Stolbizer, y la posición del socialismo respecto al macrismo, han erosionado el espacio.

Ocho provincias eligen senadores

Jujuy, Formosa, San Luis, La Rioja, Buenos Aires, San Juan, Misiones y Santa Cruz renovarán representantes en la Cámara Alta del Congreso nacional. La elección también pondrá en examen el desempeño de las administraciones provinciales y la capacidad de trasladar la imagen positiva de gobernadores a sus candidatos.

En Jujuy el escrutinio pondrá en escena la gestión del radical Gerardo Morales, en el medio de denuncias nacionales e internacionales por la detención sin procesamiento ni condena de la referente social, y legisladora del Parlasur Milagro Sala. Actualmente el Frente Para la Victoria cuenta con dos bancas, mientas que la Unión Cívica Radical posee la representación restante. La alianza gobernante buscará revertir la situación, en la búsqueda de respaldo popular frente a las polémicas generadas en la administración provincial luego de distintas violaciones de derechos humanos.

En Formosa la distribución de las tres bancas es igual a Jujuy, con dos escaños para el Frente Para la Victoria, y el restante para la UCR. Lo diferente lo marca el Ejecutivo provincial, que se encuentra en manos del peronismo, encabezado por Gildo Insfrán. Cambiemos sabe que tiene una parada complicada en estas tierras donde el actual gobernador ganó por el 70% de los votos.

San Luis, provincia liderada por los Rodríguez Saá, es una pieza difícil para el Frente para la Victoria y para Cambiemos. Actualmente el territorio puntano cuenta con dos legisladores que responden a los hermanos Adolfo y Alberto, mientras que el restante pertenece a las filas del Partido Justicialista. El oficialismo nacional buscará destronar al Frente Para la Victoria en la minoría legislativa con un nombre conocido para todos: el ex gobernador Claudio Poggi.

La Rioja actualmente tiene dos senadores del Frente Para la Victoria y uno, el ex presidente Carlos Menem, que pertenece a un monobloque “Federalismo y Liberación”. Cambiemos buscará una banca, aunque la provincia del vino ha sido históricamente, como Formosa, un bastión del justicialismo.

Buenos Aires, posee dos legisladores del Frente Para la Victoria y uno del GEN. Gobernada por María Eugenia Vidal, con buena imagen positiva, según encuestas propias y ajenas, buscará torcer la situación actual donde Cambiemos no cuenta con representación en el principal territorio de disputa electoral.

En San Juan ocurre algo similar a La Rioja, ya que dos senadores forman parte del Frente Para la Victoria, mientras que el restante, Roberto Basualdo, aparece en un monobloque denominado “Producción y Trabajo”. Cambiemos buscará remontar sus magras elecciones en la provincia sanjuanina, aunque el caudal de votos del Partido Justicialista intentará impedir el desafío de la alianza gobernante.

En Misiones también se repite el esquema de San Juan y La Rioja. Dos legisladores pertenecen al Partido Justicialista, mientras que la restante, Sandra Giménez, armó un monobloque llamado “Misiones”. En dicha provincia, el peronismo espera retener los tres escaños de la Cámara Alta.

Por último, Santa Cruz, provincia comandada por Alicia Kirchner, cuenta con dos representantes del oficialismo provincial, mientras que la minoría se encuentra en manos del radicalismo. Cambiemos buscará quedarse con las dos bancas, aunque el oficialismo de Santa Cruz intentará consolidar su fuerza legislativa.

 Fuentes consultadas: Tribunal Electoral, Cámara de Diputados, Letra P
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