En ocasión de la audiencia privada que brindó hoy para los seleccionados de Argentina e Italia, el papa Francisco defendió al amateurismo en el deporte y pidió que «trabajemos para que el fútbol no sea un gran negocio».

«El fútbol, como algunas otras disciplinas, se ha convertido en un gran negocio. Por esta razón les pido que trabajen para que no pierda su carácter deportivo, promoviendo siempre esa actitud de amateurs y aficionados que, por otra parte, elimina definitivamente el peligro de la discriminación», afirmó el Sumo Pontífice.

Al hablar durante la audiciencia que mantuvo ante los planteles de Argentina e Italia en la Sala Clementina del Vaticano, el papa Francisco aseguró que se trataba de una reunión de “queridos amigos”; a la vez que destacó «la dificultad que sentirá para inclinarse «por uno u otro equipo» en el partido de mañana en el estadio Olímpico.

El Santo Padre les solicitó a los jugadores «una responsabilidad social». A la vez que destacó que «en la cancha se encuentran la belleza, la gratuidad y la camaradería, tres cosas que se resumen en un término deportivo que jamás se debe abandonar: aficionado”.

El líder de la iglesia católica también les recomendó que «antes de ser campeones, son hombres, personas humanas, con sus cualidades y con sus defectos. Hombres, portadores de humanidad».

«A ustedes los dirigentes, quisiera darles un aliciente para su trabajo. El deporte es importante, pero debe ser verdadero deporte. También ustedes promuevan esta actitud de aficionados que, por otra parte, elimina definitivamente el peligro de la discriminación. Cuando los equipos van por este camino, se enriquece humanamente, desaparece la violencia y vuelven a verse familias en las gradas», añadió el papa Francisco.

A continuación, recordó su pasado como hincha de fútbol e indicó que «de chicos íbamos en familia al Gasómetro, volvíamos felices a casa, sobre todo durante la campaña del 46», en referencia al equipo de san Lorenzo de Almagro, equipo del que es reconocido simpatizante.

«Saludos a los dirigentes y depotistas argentinos. Gracias por esta visita, tan agradable para mí. Les pido que vivan el deporte como un don de Dios, una oportunidad para hacer fructificar sus talentos, pero también una responsabilidad», continuó.

Por último, se despidió pidiéndoles que «recen por él, para que también en el campo en que Dios lo ha puesto, pueda jugar un partido honrado y valeroso por el bien de todos nosotros».

Este fue el único contacto que el Santo Padre mantuvo con los jugadores, ya que pese a ser un fanático del fútbol e hincha reconocido de San Lorenzo de Almagro, no asistirá al partido del mañana, según confirmó hoy él mismo en la audiencia.

La idea de hacer un partido en homenaje al Sumo Pontífice surgió entre la Asociación del Futbol Argentino (AFA) y la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), poco después que ex arzobispo de Buenos Aires Jorge Belgoglio fuera eligido como líder de la iglesia católica, para convertirse en el primer Papa de origen sudamericano de la historia.

Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 y fue electo Papa el 13 de marzo pasado, tras la renuncia de su antecesor al puesto, el alemán Joseph Aloisius Ratzinger: Benedicto XVI.

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