Juan Diego Escobar Gaviria enfrentará este miércoles en Gualeguay el veredicto del juicio en su contra por supuesto abuso sexual de menores en Lucas González, donde era párroco hasta que la Iglesia lo suspendió y fue preso.

El cura colombiano de la Iglesia Católica, Juan Diego Escobar Gaviria, es el primer sacerdote en la historia de Entre Ríos que recibirá sentencia en un juicio por corrupción de menores y abuso sexual en el seno de la institución. Será este miércoles a las 8.30 en Gualeguay, en cuyos tribunales se sustanció el juicio que ahora llega a su instancia cúlmine.

El cura está acusado de tres casos de corrupción y uno de abuso sexual simple contra niños de Lucas González –departamento Nogoyá-, parroquia que tuvo a cargo mientras se cometieron los presuntos delitos. El sacerdote católico está preso en la Unidad Penal de Victoria desde abril.

Finalmente, en un fallo inédito en la historia de la provincia, el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, integrado por María Angélica Pivas, Darío Crespo y Javier Cadenas, dará a conocer su veredicto sobre el caso. El juicio estuvo protagonizado desde lo judicial, además, por los fiscales Federico Uriburu y Dardo Tórtul y los defensores de Escobar Gaviria, Milton Ramón Urrutia, Juan Pablo Temón y María Alejandra Pérez.

La Fiscalía solicita contra el sacerdote una pena de 25 años de prisión. Uriburu consideró que hay prueba suficiente para confirmar la culpabilidad del religioso y se sustentó en las testimoniales del juicio: “pese a estar ante un delito de alcoba, la prueba de cargo producida es tan abrumadora que echa por tierra la hipótesis defensiva, la que, de hecho, se ha quedado sin testigos: los que han declarado por la defensa refuerzan la acusación, ninguno puede afirmar que los hechos no ocurrieron de la manera imputada y además ubican al imputado en las condiciones de modo, tiempo y lugar señalados en la acusación”, indicó a Entre Ríos Ahora.

La reconstrucción y análisis de los hechos elaborados por los fiscales establecieron la naturaleza de los delitos y los agravantes: que el sacerdote conocía la edad de los niños víctimas, quienes eran sus monaguillos; que no fue un solo acto, sino que fue un proceso de un lapso de tiempo prolongado; que intervino la “asimetría” entre las víctimas y el acusado, quien ejercía una función de “guarda” sobre los niños, a quienes sus familias dejaban a su cuidado, reseñó ERA.

Los otros curas
Los otros dos referentes católicos que enfrentan juicios en la provincia por abuso y corrupción de menores son Justo José Ilarraz y Marcelino Moya. El primero, luego de un complejo proceso que llevó años pasar a juicio, será sentado en el banquillo el 13 de noviembre. El del “cura payador” aún no llega a dicha instancia, ya que su defensa arguye la prescripción de los delitos.

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