Estaban alojados en un establecimiento de la Colonia La Marta. Las 54 vacas, los 2 toros y 47 vaquillas, novillos y terneros, fueron examinados por el médico veterinario policial, para luego ser trasladados hacia las instalaciones de la Sociedad Rural, a fines de constatarse individualmente sus marcas y características propias.
La Policía de Entre Ríos, a través de la Dirección Prevención Delitos Rurales, informó a PORTAL SAUCE DE LUNA, sobre un procedimiento llevado adelante por la Brigada de Prevención de Delitos Rurales de FEDERAL, donde a través de un mandamiento dispuesto por la justicia, se realizó un allanamiento que demando varias jornadas diurnas de trabajo campero, en razón que se debía efectuar una parada de rodeo sobre el ganado bovino existente en un Establecimiento Rural, ubicado en Colonia La Marta, Distrito Diego López, Departamento Federal, propiedad de Ángela.
Dicho oficio judicial estaba relacionado con un hecho delictivo vinculado contra la fe pública, más precisamente en perjuicio de Aldo, quien supuestamente fuera estafado en la compra venta de animales vacunos. El trabajo brigadista no resulto para nada sencillo, no por la actividad propiamente dicha, para la que están idóneamente preparados, sino porque al ingresar al predio campestre se vieron sorprendidos que «manos anónimas» habían retirado recientemente, tanto el embarcadero como las puertas de los corrales, con claras intenciones de obstaculizar el trabajo policial y judicial, indicando que era el lugar exacto donde se iba a encontrar lo que se buscaba, la totalidad de 103 semovientes, para proceder a su secuestro y posterior entrega a su legítimo propietario.
Así fue que con las contrariedades marcadas, se trabajó incansablemente para poder juntar la hacienda del campo, primeramente se tuvo que armar un embarcadero improvisado, como también puertas para los corrales, utilizando materiales propios llevados por los brigadistas, para proceder en caballos a arriar y juntar la hacienda que se hallara en el campo, lo que permitió asegurar el resultado esperado «incautar todos los animales interesados en el oficio», siendo en su mayoría «muy matreros», en razón que una vez localizados, de a uno tuvieron que ser llevados a «lazo» a los improvisados corrales, siendo un total de 54 vacas, 2 toros y 47 vaquillas, novillos y terneros, los cuales fueron examinados por el médico veterinario policial, para luego ser trasladados hacia las instalaciones de la Sociedad Rural, a fines de constatarse individualmente sus marcas y características propias, ya que el establecimiento no contaba con instalaciones adecuadas para un correcto trabajo.