Unos 30 líderes extranjeros, entre ellos el presidente ruso Vladímir Putin, se reúnen el lunes en la capital francesa para el funeral del expresidente Jacques Chirac, fallecido la semana pasada a la edad de 86 años.

Chirac fue elogiado por muchos franceses por lanzar al país como actor global y por oponerse a la invasión de Irak en 2003, mientras que una condena después de dejar el cargo por malversación de fondos públicos hizo poco por empañar su imagen.

En el Hotel des Invalides, en el centro de París, se rindieron honores militares antes de que su ataúd fue trasladado en procesión a la iglesia de San Sulpicio.

Allí, los jefes de Estado y de Gobierno visitantes se unirán a los dignatarios franceses en una ceremonia fúnebre. Más tarde, el presidente francés Emmanuel Macron recibirá a los líderes visitantes en un almuerzo en el Palacio del Elíseo.

Otros líderes que asisten a la ceremonia fueron el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, el primer ministro libanés Saad al-Hariri y el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, según el Palacio del Elíseo.

Chirac será enterrado en el cementerio de Montparnasse en París, en un terreno junto a su hija Laurence, fallecida en 2016.

Durante el fin de semana, miles de personas hicieron cola frente al Hotel des Invalides para rendir homenaje a Chirac. Su ataúd estaba expuesto, envuelto en la bandera francesa y frente a una gran fotografía del exmandatario francés sonriente.

La multitud se reunió también en el ayuntamiento de París, donde Chirac sirvió durante 18 años como alcalde.

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