El diputado provincial de Nuevo Encuentro y especialista en Seguridad Marcelo Saín realizó un amplio diagnóstico del estado de situación en el área de Inteligencia y el involucramiento de agentes de la misma en delitos y funciones ajenas a las asignadas por ley, y brindó los ejes de una reforma estructural para esa área del Estado.

En un artículo publicado hoy por el matutino Página/12, Sain señaló que «en gran medida, se ha autonomizado no solamente de la conducción política, sino también del propio sistema institucional de seguridad interior y de defensa nacional para dedicarse al espionaje y las operaciones políticas; la influencia y/o manipulación judicial; el financiamiento espurio de políticos, periodistas, empresarios, jueces, fiscales y/o legisladores».

«El pase de información reservada a periodistas ‘amigos’ para que la difundan como resultados de investigaciones independientes; la conformación de emprendimientos económicos tanto ‘legales’ como ilegales, tales como cabarets, agencias de seguridad, estudios jurídicos y/o contables, empresas de limpieza, compañías informáticas, servicios aeroportuarios, redes de comercialización de sustancias prohibidas, ‘cuevas’ financieras y mesas de dinero, etc.; y las maniobras al servicio de organismos de Inteligencia y seguridad de otros países”, sostuvo.

En relación a la incidencia en el Poder Judicial, evidenciada estos días en la difusión de los vínculos que mantenía el fallecido fiscal Alberto Nisman, Saín expresó: “Como una herencia incólume de la década menemista, la SI dirige la labor de numerosos magistrados y fiscales federales y ordinarios en todo el país: son los jueces y fiscales de la SI. Y con ellos, digitan causas judiciales, inventan acusaciones, garantizan impunidad, imputan delitos a inocentes, extorsionan».

Nisman mantenía «estrechas conexiones con empresas ‘tercerizadas’ de la CIA en la Argentina” y calificó la denuncia contra la presidenta Cristina Kirchner como “una fábula”

«Al amparo de este contubernio, en la SI se conformaron ‘grupos operativos’ armados encargados de llevar a cabo labores de tipo policial en el marco de investigaciones criminales solicitadas de manera irregular por los magistrados pertenecientes a su nómina o a cuenta propia, lo que dio lugar a una verdadera ‘policía secreta’”, denunció.

Además, en relación a Nisman, el diputado del bloque kirchnerista afirmó que “mantenía estrechas conexiones con empresas ‘tercerizadas’ de la CIA en la Argentina” y calificó la denuncia contra la presidenta Cristina Kirchner como “una fábula”.

Más de la mitad de la extensa columna de opinión firmada por Saín está dedicada a proponer una amplia reforma estructural en el área de Inteligencia del Estado, en base a siete ejes: la creación de una nueva institucionalidad en base a una Agencia Nacional de Inteligencia, un Núcleo de Inteligencia Criminal y un Núcleo de Inteligencia Defensiva.

También, el traspaso de las facultades y de los dispositivos de intercepción de comunicación hoy monopolizadas por la SI a la esfera del Poder Judicial; la reestructuración y profesionalización del funcionariado de la SI; la creación de un Instituto Nacional de Inteligencia dedicado a la selección, formación y capacitación del personal en todo el sistema federal; la desarticulación de la dotación de personal civil de las Fuerzas Armadas; la desarticulación del servicio paraestatal de inteligencia e investigaciones compuesto por agentes secretos en el ámbito de la Policía Federal Argentina; y la creación de comisiones legislativas especializadas en Inteligencia en Diputados y Senadores de la Nación, con amplias facultades de conocimiento y control.

El diputado de Nuevo Encuentro  afirmó: “Es nuestro Gobierno, con su historia de transformaciones y avances profundos en pos de garantizar los derechos humanos, el único capaz de iniciar el cambio que resulta imperioso encarar en esta materia”.

%d