Luego de que la justicia intimara al senador a dejar de hacer juicios contra el Estado, los correligionarios sacaron varios trapitos al sol

La Justicia apercibió al senador provincial Raymundo Kisser para que deje de hacerle juicios al Estado a partir de un incidente en la tramitación de una causa contra la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS) en el reclamo por la actualización del haber previsional de un jubilado.

De todos modos, quienes conocen al senador desde el sus comienzos en el radicalismo afirman que esta conducta es recurrente en Kisser y sostienen que “ha ganado fortunas a costilla del Estado”.

Las primeras armas en el ejercicio de la profesión como abogado las hizo en el estudio del ex gobernador Sergio Montiel, y allí se encargaba de llevar adelante los juicios de jubilados contra el Estado.

Desde la UCR afirman que ni bien pudo “se puso enfrente” de Montiel y lo enfrentó en las internas en múltiples oportunidades, aunque nunca pudo ganar.

Los correligionarios comentan irónicamente que la única vez que logró imponerse en una interna, luego la perdió en el Tribunal Electoral, ya que mandó a imprimir sus boletas en color rojo y blanco en lugar de blanco y negro, por lo que fueron anuladas.

En lo que respecta a su actividad profesional, afirman que Kisser siempre se dedicó a hacer jubilaciones, y que incluso “jubiló trucho” a un ex intendente a quien le faltaban años de aportes pero lo hizo figurar como empleado en su estudio jurídico. De todos modos, desde la UCR comentan que nadie imagina a ese dirigente haciendo notas o atendiendo el teléfono del estudio.

Se comenta que los grandes ingresos del legislador son a través de los juicios al Estado por las jubilaciones y afirman que cuando Menem y Alfonsin crearon la Cámara Previsional Nacional, Kisser estableció una amistad con dos de los tres miembros, a quienes habría llevado a pasear con frecuencia a un campo que había comprado en Villaguay.

Además, sostienen que cuando fue el juicio político contra Montiel, Kisser le cobró al Estado casi un millón de pesos por la asistencia jurídica del ex gobernador.

Por otra parte, los mentideros comentan que tuvo un problema interno muy grande cuando echó a su secretaria política y del comité provincial.

El motivo del despido, según comentan fue el pedido de su nueva novia, a quien blanqueó apenas 30 días después del fallecimiento de su esposa.

Sostienen que por los celos de la nueva pareja, que sería empleada del banco de Entre Ríos, el senador dejó “en Pampa y la vía” a quien fuera su secretaria por años, lo que le valió que en el radicalismo lo trataran hasta de pollerudo.

Comentan que esto se daba al mismo tiempo que junto a dirigentes como Kirpach, el ‘Monito’ López, y otros, proclamaban la moral y la ética y se dedicaban a difamar al resto de los dirigentes del radicalismo.

Entre los negociados que involucran al senador, los mentideros vinculan a un pariente suyo con un negociado por el que su comercio, un supermercado ubicado en el centro de Hasenkamp, se vio muy beneficiado con los federales, que cobraba a la gente a un 60% y luego cambiaba en las casa de cambio.

Estos trapitos salieron al sol luego de que la Justicia intimara al legislador a cesar con los juicios contra el Estado debido a su función pública, según prescribe el artículo 16 de la ley Nº 22.192.

Esa norma estipula también que los abogados deberán informar la incompatibilidad a la Corte Suprema de Justicia de la Nación dentro de los treinta (30) días de haber asumido el cargo, algo que Kisser no hizo en el tiempo que lleva en el cargo.

La Cámara Federal de Apelaciones de Paraná considera una seria irregularidad la violación a esa norma, por lo que fue intimado a cesar con los litigios, algo que en caso de continuar podría ser considerado delito de desobediencia judicial.

La incompatibilidad del senador y la posterior intimación de la Justicia provocó que desde diferentes sectores de la UCR sacaran los trapitos del senador al sol.

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