Son dos frases que el genio escribió en un par de hojas y las entregó en vez de propina a un mensajero en un hotel de Tokio en 1922. Hasta ahora se desconocía su existencia. Las notas, que pintan un retrato del científico, serán subastadas mañana en Jerusalén.

Una nota que Albert Einstein le dio a un mensajero en Tokio porque no tenía monedas para darle propina, en la que explicaba brevemente su teoría para tener una vida feliz, salió a luz tras 95 años y será subastada en Jerusalén.

En el año 1922, el físico nacido en Alemania, conocido por su teoría de la relatividad, se encontraba de gira por Japón para brindar conferencias. Había sido informado recientemente de que iba a ser galardonado con el premio Nobel de Física y su fama, más allá de los círculos científicos, iba en aumento.

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