Quedaron atrás las dudas que les había generado Mauricio Macri, de quien temen se vaya con Javier Milei. Gastón Manes fue elegido titular de la máxima autoridad del radicalismo
Mirando hacia el 2023, con el objetivo de posicionar a la Unión Cívica Radical para volver a la Casa Rosada, cuando pasadas las 15.30 arrancó la convención nacional, ya estaba todo negociado. No fue nada fácil, ya que el radicalismo es un partido horizontal, acostumbrado a discutir cada palabra de un documento y obsesivo de las formas. Pero la posibilidad de volver al poder entonó a los radicales como hacía tiempo no sucedía y la búsqueda de la unidad se transformó en un mantra que fue ordenando acuerdos y cargos.
Lo más importante del encuentro que sesionó en el Teatro Municipal de La Plata fue la mención -o no- de Juntos por el Cambio en el documento final. El fantasma de que Mauricio Macri abandone la alianza para unirse a Javier Milei, dejando al radicalismo frente a una unidad trunca, llevó a varios dirigentes a proponer que se evite mencionar explícitamente a la coalición opositora.
La mayoría del radicalismo, sin embargo, prefirió no anticipar esos temores ante la opinión pública y generar certidumbre, por lo que los artículos que se acordaron junto al documento fueron explícitos en ese sentido.
1º Ratificar la participación y pertenencia de la Unión Cívica Radical en la coalición Juntos por el Cambio, la que en la actualidad se encuentra integrada por nuestro partido, Propuesta Republicana (PRO), la Coalición Cívica-ARI y Encuentro Republicano Federal (Peronismo Republicano), entre otras fuerzas políticas.
2º Establecer la necesidad de elaborar un Plan de Gobierno dentro de la Coalición Juntos por el Cambio, que deberá estar culminado antes del 31 de diciembre del año en curso con una marcada concepción democrática, republicana y federal sobre la base de los principios de igualdad y libertad.
3º Convocar a ampliar Juntos por el Cambio por distintos sectores políticos, tanto nacionales como provinciales. Los partidos a incorporar deberán tener coincidencias con el Plan de Gobierno de la coalición.
Los mensajes de lo que el radicalismo quiere ofrecer en el 2023 arrancaron con la elección por unanimidad del titular de la convención. Se trata de Gastón Manes, hermano y mano derecha de Facundo Manes, quien en forma elíptica fue nominado para la precandidatura a presidente por el radicalismo. Incluso más, el neurólogo llegó acompañado por la senadora nacional por Santa Fe Carolina Losada y apareció en todos los reportajes y fotos con ella, dando un segundo mensaje: sería ella su precandidata a vice.
En cuanto a Evolución, el espacio que lideran el senador Martín Lousteau y el diputado Emiliano Yacobitti, lograron posiciones que los dejaran conformes. Para lograr la unidad se amplió a 13 la mesa de conducción y se designó al ex legislador Hernán Rossi, de CABA, como secretario general. Pero también a Ivana Coronel, dirigente de Pergamino y ex presidente de la Juventud Radical como vicepresidenta primera y a Luján Mazzuco (La Pampa) y Oscar Smoljan (Neuquén) como miembros.
Números más, números menos, Evolución asegura que logró 110 convencionales frente a 184 que alcanzó el presidente del partido, Gerardo Morales, en alianza con Mario Negri, Luis Naidenoff, Gustavo Valdés y Ernesto Sanz, entre otros. «Lousteau es el líder de la primera fuerza interna del radicalismo, porque tiene 40% de los delegados, es decir, es la agrupación más importante, porque hay unidad, coherencia y homogeneidad entre quienes la integran», dicen cerca del senador nacional.
Gerardo Morales, titular de la UCR, siguió desde la platea la convención nacional, aunque no le perdió pisada a las negociaciones previas, que encaró a través del dirigente Guillermo «Willy» Hoerth, su mano derecha. Todo indicaría que, al avalar a Gastón Manes, dio un paso al costado a sus propias aspiraciones presidenciales. Aunque no lo va a aceptar públicamente.
Con notable cantidad de mujeres en el escenario y en los cargos, una tranmisión por streaming de calidad, incluyendo en la agenda de debate asuntos como la «diversidad» y «emprendedorismo», el radicalismo concluyó su convención nacional buscando poner proa al futuro, ubicado en el «centro popular» y promoviendo «un estado inteligente sin déficit fiscal» y un «posicionamiento internacional sin ambivalencias frente a las dictaduras que violan los derechos humanos». Lo explicitaron en el documento que aprobaron también con anticipación, «unidad para la esperanza».