

En la sesión extraordinaria del pasado miércoles en el Honorable Concejo Deliberante de Sauce de Luna, el cuerpo debatió la posibilidad de insistir en la reposición de las ordenanzas recientemente
vetadas por el intendente Alcides Alderete: la prohibición de la quema de basura, la promoción del uso
gratuito e igualitario del transporte público y la resolución que rechaza la violencia
institucional.
La iniciativa de reponer las ordenanzas, consideradas imprescindibles para la
comunidad, fracasó luego de que los concejales oficialistas Teresa Venencio, Luis
María Setau y Norma Romero (todos del PJ) se negaran a acompañar la insistencia de
sus pares.
En el calor del debate, quedó en evidencia la falta de argumentos sólidos por parte del
oficialismo, especialmente tras la intervención del concejal recién asumido Alexander
Toméz, quien hasta hace poco estuvo a cargo del área de Ambiente. Toméz desarmó
los planteos presupuestarios esgrimidos por el oficialismo y calificó los vetos como
«acciones antidemocráticas que demuestran la falta de construcción de consensos y
liderazgo por parte del intendente».
Junto con Toméz (PJ), los concejales de la UCR, Valenzuela y Vidal, y la vecinalista
Etcheverry, reclamaron la restitución de las ordenanzas vetadas, respaldados en los
números del presupuesto y en defensa del respeto institucional.
Sin embargo, la iniciativa naufragó frente a la negativa oficialista. “Este intendente ha
decidido gobernar por decreto, prescindiendo del diálogo y del consenso”, denunciaron
varios ediles opositores.
Cabe destacar que ninguno de los concejales oficialistas se atrevió a mencionar la
resolución de rechazo a la violencia institucional, cuya legitimidad había sido
cuestionada por la oposición y por diversos sectores sociales, que consideran hipócrita
la postura del Ejecutivo.
Así, las ordenanzas vetadas seguirán sin efecto, dejando en suspenso medidas clave
para el bienestar de la comunidad y profundizando el clima de desencuentro político
en el Concejo.