Los tres hombres fueron ejecutados en inmediaciones de Ovidio Lagos y Las Camelias

Los testigos fueron entrevistados en el lugar a lo largo de cinco horas y fue el único momento en el que el sobreviviente relató lo acontecido.

«Engaños, traiciones, mejicaneadas y deudas por drogas», son algunos de los datos que llegan a la investigación que intenta localizar a los responsables del triple homicidio ocurrido en la siesta paranaense del domingo.

La investigación del triple crimen ocurrido el domingo a la siesta en Paraná avanza. Si bien por el momento todavía no se descarta ninguna hipótesis, la pisa que apunta hacia la provincia de Santa Fe sigue fortaleciéndose.

Trascendió que los vínculos de los hermanos Barreto, conocidos como Los Teros, con narcotraficantes de Santa Fe y Rosario, venían desde hacía tiempo. Y los problemas con ellos también.

Pese a la «complejidad del caso», a partir del trabajo del personal de Homicidios y de los peritos «se podrá llegar a los responsables, dijo en la víspera a Elonce TV el fiscal Martín Wasinger.

Al respecto, diario Uno publica hoy que «engaños, traiciones, mejicaneadas y deudas por drogas», son algunos de los datos que llegan a la investigación que intenta localizar a los responsables del triple homicidio ocurrido en la siesta paranaense del domingo. Por eso, por estas horas la pesquisa se orienta hacia la vecina provincia, principalmente a la Cuna de la Bandera.

Una de las víctimas fue Cristian Barreto, de 43 años, mientras que su hermano Víctor logró escapar de los balazos entre los yuyos de un baldío lindero a su vivienda del barrio Los Paraísos. También resultaron muertos de la ejecución del sicario el nuevo socio de Los Teros, Germán Morrón Herlein de 32 años, y el soldadito de los hermanos, Laureano Morales de 25.

La moto en la que iba el asesino sería clave para apuntalar las sospechas, pero también surgió que un auto que habría actuado como apoyo. Se hablaba de un VW Vento radicado en Rosario, pero en realidad se trataba de un Renault Kwid que la Policía halló el lunes totalmente quemado. El vehículo había sido robado en Rosario el 5 de noviembre.

Amenazas

Fuentes policiales informaron que desde el año pasado Los Teros estaban amenazados. En 2019 habrían recibido visitas de colombianos que los amedrentaron a ellos y sus familiares, mientras que también habrían tenido jurada la venganza de narcos santafesinos por mercadería que no pagaron.

Pero los vínculos con Rosario estarían más lejos en el tiempo. Hay investigadores que señalan su relación con el narco prófugo Germán Velázquez. Se trata del hombre que estuvo viviendo en pleno centro de Paraná hasta el año pasado, y ahora está procesado en una causa por narcotráfico que se tramita en la Justicia Federal de la ciudad Santa Fe. En la misma aparece nada menos que como el proveedor del empresario rosarino Luis Paz, detenido y procesado por narcotráfico y lavado de activos. A fines de 2018, Paz cayó junto a un arquitecto de Santa Fe que tenía casi 150 kilos de marihuana.

Velázquez tiene hoy pedido de captura nacional e internacional, aunque no se sabe si alguien realmente lo busca. Sí se sabe que juega en las grandes ligas del narco nacional.

Según Uno, su vínculo con Los Teros Barreto es bastante estrecho. En una causa por una estafa con cuento del tío en Paraná, la Policía secuestró un auto Toyota Corolla. Allí había una multa a nombre de Velázquez y un celular cuyo titular era Víctor Barreto.

Catorce balazos en los cuerpos

Según pudo saber, ayer a la siesta, una vez finalizadas las autopsias, entregaron los cuerpos a los familiares. Wasinger espera el informe final de los médicos forenses, aunque el mismo podría tardarse porque son tres víctimas y se evalúa hasta la trayectoria de los proyectiles.

Los que está confirmado es que uno de los cuerpos tenía siete impactos, el otro seis y Barreto dos balazos. Todos tenían al menos uno en la cabeza

Uno de los aspectos que resultaron claves en la investigación fueron las imágenes de las cámaras de seguridad, que arrojaron resultados coincidentes con los narrados por vecinos, quienes indicaron que los autores del hecho fueron dos sujetos en moto, con los cascos colocados. Asimismo, se pudo establecer que solamente quien iba como acompañante efectuó los disparos, usando un arma 9 milímetros.

Aparentemente, Morales y Herlein habían llegado hasta el lugar a mostrarles un auto a los hermanos Barreto. Estaban desarmados, conversando, frente a la casa de éstos cuando se produjo el ataque.

Los testigos fueron entrevistados en el lugar a lo largo de cinco horas y fue el único momento en el que el sobreviviente relató lo acontecido.

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