La estación de Admiralteyskaya, en la línea 5 del subte de San Petersburgo, en Rusia, está a 86 metros bajo tierra.
La ciudad recuperó su mote original tras la caída de la Unión Soviética y así también lo hizo su red de metro, pero la estética se mantuvo en algunas estaciones, mientras que en otras lo que más llama la atención es la profundidad de sus andenes.
Puede que no sea el tipo de turismo más popular, pero el metro de San Petersburgo es un lujo para todos los amantes de la ingeniería civil y el transporte urbano. Así lo demuestran hasta sus estaciones más modernas, como Admiralteyskaya, en la Línea 5, que se hunde 86 metros bajo tierra.
Admiralteyskaya fue inaugurada el 28 de diciembre de 2011 con la intención de desagotar las estaciones Nevsky Prospekt y Gostiny Dvor, y de proveer un medio de transporte eficiente para llegar al Museo del Hermitage, otrora el Palacio de Invierno.
La red de subte de San Petersburgo sirve a dos millones de pasajeros por día en sus cinco líneas, cuyas estaciones pueden estar separadas unos 5 o 10 minutos.