Los aberrantes hechos se produjeron en Casilda. Las víctimas tienen 13 y 14 años. Su mamá lo sabía pero no hizo nada

Víctor “Pichuco” Espíndola fue imputado este lunes 9 de mayo por la violación de sus propias hijas, dos adolescentes de 13 y 14 años. El acusado es oriundo de Santa Elena, pero como muchos pobladores de esa ciudad, se fue a vivir Casilda, Santa Fe, hace varios años, donde habrían ocurrido los aberrantes abusos.

Según consta en la denuncia, una de las niñas venía siendo sometida sexualmente ya desde los 10 años. La médica forense pudo constatar lesiones vaginales y anales, tanto recientes como de vieja data. Luego de una charla de educación sexual en la escuela, ambas hermanas comprendieron que lo que les pasaba estaba muy mal y decidieron contárselo a una docente, que luego hizo la denuncia espontánemanente en la Fiscalía de Casilda.


ABERRANTE RELATO

Una de las menores le dijo a la docente que el martes de la semana pasada había sido violada por última vez por su padre, y también contó una frase escalofriante que su padre les decía a ambas hermanas: “Como tu madre no tiene sexo conmigo, yo tengo que tener relaciones con ustedes…”, publica Casildavirtual.

Además, también relataron que su mamá estaba al tanto de las violaciones, ya que las adolescentes le habían contado en repetidas oportunidades lo que su padre les hacía, pero la mujer no hizo nada. Cuando el hombre volvía borracho a la casa de la familia, se ponía violento y las golpeaba, revelaron las chicas.


PENA PREVISTA

Víctor Espíndola fue detenido el sábado por la madrugada en su vivienda del barrio Nueva Roma. Fue imputado, se abstuvo de declarar y cumple una pisión preventiva sin plazo. La pena por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo corresponde a un mínimo de 8 años y un máximo de 20. En elcaso particular de Espíndola, entonces, se lo podría condenar conhasta 40 años de prisión.

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