El presidente sirio aseguró que es el requisito para hacer viable el desarme propuesto por Rusia. También denunció que la insurgencia recibe sustancias químicas desde el exterior.

El presidente Sirio dijo que su país empezará a entregar datos sobre sus armas químicas un mes después de firmar la convención que las prohíbe, pero exigió que Estados Unidos renuncie a la amenaza militar como condición para que su país permita la destrucción de su arsenal.
El mismo día en que Siria inició los trámites legales en la ONU para firmar la Convención sobre armas químicas, Al Assad dijo en una entrevista con un canal de TV ruso que su país no se embarcará en el proceso de entregar y permitir la destrucción de sus arsenales de gases y sustancias tóxicas «de manera unilateral».

«Esto no significa que Siria suscribirá los documentos, cumplirá las condiciones y ya está. Es un proceso de dos vías y, principalmente, contempla el que Estados Unidos abandone su política de amenazas contra Siria y en qué medida será aceptada la propuesta rusa», comentó Al Assad al canal Rossiya 24.

Los comentarios fueron los primeros de Al Assad sobre una propuesta hecha esta semana por Rusia a Siria para que ponga sus armas químicas bajo control internacional como forma de evitar un ataque de Estados Unidos, que acusa a Damasco de haber usado estas armas y pretendía castigarlo con una acción militar.

También se trata de la primera vez que Al Assad admite que Siria tiene armas químicas, algo que Damasco no confirmaba ni negaba.

Siria aceptó ayer el complejísimo plan ruso y prometió firmar la Convención Internacional Sobre Armas Químicas (CIAQ), y la ONU anunció que hoy recibió un documento de las autoridades sirias con el que inicia los trámites legales para unirse al tratado, en un enorme paso para la iniciativa rusa.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, enfrentado a oposición interna a un ataque a Siria, puso freno esta semana a sus planes militares para dar una chance al plan ruso, aunque ordenó al Ejército norteamericano estar listo para responder si fracasa la diplomacia, negándose a descartar el uso de la fuerza.

En Estados Unidos, el diario The Washington Post informó hoy que el gobierno norteamericano ya está enviando armas y municiones a los insurgentes sirios desde hace dos semanas, cumpliendo con la promesa realizada en junio por Obama, en una información confirmada por la oposición siria.

Al Assad, parafraseando a su par ruso, Vladimir Putin, dijo en su entrevista que el plan del Kremlin sólo funcionará si Washington renuncia a sus amenazas de ataque y deja de entregar armas a los insurgentes que desde 2011 luchan por derrocarlo.

«Cuando veamos que Estados Unidos realmente desea la estabilidad en nuestra región y deje de amenazar, y de empeñarse en un ataque, y también cese los suministros de armas a los terroristas consideraremos que se pueden llevar a cabo los procesos necesarios hasta el final», señaló, citado por la agencia de noticias EFE.

«Bajo mi punto de vista, el acuerdo entrará en vigor un mes después de la firma y, entonces, Siria comenzará a entregar los datos sobre las reservas de armas químicas. Son procesos estándares. Y nosotros nos adheriremos a ellos», indicó.

«Después, comenzará el trabajo que conducirá a la firma de la Convención sobre la prohibición de armas químicas. Esa convención contiene muchos puntos. Uno de ellos es la prohibición de la producción de armas químicas y también la prohibición de su almacenamiento y empleo», señaló.

Pese a sus exigencias y condiciones, el mandatario sirio aseguró  que su decisión de aceptar el plan no tuvo nada que ver con las «amenazas de Estados Unidos», sino que lo hizo «por Rusia», que presentó esa iniciativa para evitar un ataque al país árabe por parte de Washington y sus aliados.

Estados Unidos pretendía atacar a Siria por considerar probado que el gobierno sirio usó armas químicas en un ataque perpetrado el 21 de agosto pasado en Al Ghouta, el este de Damasco, donde según Washington murieron más de 1.400 personas.

En su entrevista con el canal ruso, el líder sirio dijo que el incidente de Al Ghouta fue una «provocación orquestada por Estados Unidos».

Es más, llamó a investigar el uso de armas químicas por parte de los rebeldes sirios en otro incidente, ocurrido el 19 de marzo pasado en las afueras de la norteña ciudad de Alepo.

El presidente sirio aseguró que esas armas químicas fueron suministradas a la oposición desde el extranjero, y pidió que se investigue qué países las enviaron para que sean sancionados.

«Tenemos que investigar de manera muy escrupulosa este asunto, para conocer la composición de estas sustancias, y qué bando las empleó. Y lo más importante, saber qué países entregaron las sustancias tóxicas a los terroristas, para luego castigar a estos países», agregó Al Assad.

Por último, el mandatario insistió en que «cualquier guerra contra Siria se convertirá en una guerra que destruirá toda la región, y Medio Oriente entrará en una espiral de problemas e inestabilidad durante décadas».

Estados Unidos ya dijo que dará una chance al plan ruso pero que no permitirá que se convierta en una táctica dilatoria.

Como parte de esta apuesta por la diplomacia, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el canciller ruso, Serguei Lavrov, iniciaron hoy dos días de conversaciones en Ginebra para acordar los detalles del plan y sobre todo de la resolución sobre la cuestión que debería aprobar el Consejo de Seguridad de la ONU.

 

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