Según fuentes médicas y policiales, la ola de ataques con coche bomba también provocó más de 260 heridos. La violencia sectaria sacude a Irak desde la última invasión norteamericana.
El Ministerio del Interior iraquí describió los ataques como «explosiones terroristas» y cifró en solo 20 los muertos y 213 los heridos.
Por su parte el gobierno del primer ministro Nuri al Maliki, un chií, acusó a los medios de exagerar las cifras de víctimas en los atentados.
En uno de los peores ataques, en Jisr Diyala, en el sureste de la capital, un coche bomba mató a siete personas y dejó heridas a 23. El mismo número de personas perdieron la vida por dos coches bomba que estallaron en Ciudad Sadr.
En Kadhimiya, un distrito del noroeste de Bagdad, dos bombas colocadas en la ruta y un coche bomba cobraron la vida de cinco personas y cerca de 30 resultaron, indicaron las fuentes.
Además, cuatro soldados murieron y otros cinco resultaron heridos en Madaen, en el sureste de Bagdad, por la explosión de una bomba colocada en la ruta al paso de una patrulla del Ejército iraquí.
La agencia oficial iraquí NINA informó de cuatro muertos y 20 heridos por un coche bomba en Hurria, en el noroeste.
En el barrio de Nuevo Bagdad, en el este, al menos cinco personas murieron y otras quince fueron heridas por la explosión de un coche bomba cerca de un cine, indicó la misma fuente.
Por otra parte, al menos cinco muertos y quince heridos dejó un atentado suicida ocurrido dentro de un restaurante en el sur de la capital. «Un suicida con un cinturón de explosivos se inmoló dentro de un restaurante en la zona de Mahmudiyah», indicó una fuente policial, según la agencia Europa Press.
Además, el secretario general de la coalición Hijos de Irak, jeque Abbas al Muhammadawi, resultó herido en un atentado con coche bomba en la zona de Sheleh, en el que murió su guardaespaldas, informó la agencia nacional.
A los atentados en la capital iraquí se suman también otros en zonas cercanas como Latifiya, a unos 40 kilómetros de distancia.
Allí seis miembros de la antigua insurgencia Al Sahwa murieron en una emboscada en un puesto de control.
Por otra parte, un grupo de hombres armados irrumpió en una vivienda de la misma zona habitada por chiíes y mató a seis miembros de una misma familia.