El hecho ocurrió el año pasado en Neuquén y el acusado recibió una pena de 12 años y 8 meses de prisión. Cómo fue la trágica maniobra

Un policía de Neuquén fue condenado este martes a 12 años y 8 meses de prisión por el homicidio de un amigo que trabajaba en un taller, a quien mató de un balazo tras quererle hacerle un «chiste» al gatillarle su arma en el pecho, en marzo de 2023, informaron fuentes judiciales.

La decisión de los jueces Carina Álvarez, Estefanía Sauli y Luis Giorgetti recayó sobre Nicolás Leopoldo López (30) por el «homicidio simple con dolo eventual agravado por el uso de arma de fuego» de Diego Escobar (28).

Fuentes judiciales informaron que la fiscal Silvia Moreira había pedido 14 años y 6 meses de cárcel, mientras que la defensa requirió que le den la pena mínima del delito endilgado.

En tanto, el abogado querellante particular que interviene en representación de la familia de Escobar, pidió que la pena sea de 14 años, 11 meses y 29 días.

Para requerir el monto de la pena, la fiscal tuvo como agravantes el medio empleado (un arma reglamentaria), la extensión del daño causado, el desprecio por la vida, el estado de indefensión de la víctima, que el condenado tenía conocimiento y formación sobre el manejo de armas, entre otros.

Mientras que como atenuante solo valoró la ausencia de antecedentes penales del imputado

Según la acusación que hizo en la etapa de instrucción la fiscal de Homicidios, Eugenia Titanti, el policía López, con aproximadamente dos años de antigüedad en la fuerza, se acercó al negocio luego de haber terminado su servicio.

En ese momento, uno de los primos de Escobar salió del taller para realizar unas compras y se topó con López, quien portaba su arma y, sorpresivamente, le apuntó en el pecho y apretó el gatillo, sin que saliera el proyectil.

«Asustado, le dijo que no hiciera eso, que no era un juego. Pero haciendo caso omiso, López ingresó al taller, dónde estaba la víctima junto a su otro familiar», señaló en su momento la fiscal en la audiencia de imputación de cargos.

La representante del Ministerio Público afirmó que, en ese instante, el imputado reiteró la maniobra: apoyó el arma en el pecho de Escobar y volvió a apretar el gatillo pero esta vez, el disparo se efectuó, por lo que la víctima murió casi de inmediato.

“El defensor dijo que lo que empezó como una broma, terminó como una desgracia. Pero lo que para el acusado pudo haber sido una broma, para nadie más lo fue”, afirmó el juez de garantías Luis Giorgetti durante la lectura de la sentencia del juicio, realizado en octubre del año pasado.

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